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"Las industrias culturales y creativas forman un sector rico y variado con un potencial enorme, que ya hoy representa un segmento tremendamente importante de la economía", y que además "se refuerza a medida que nos adentramos en la era digital", explica Sanchez-Schmid. Su informe es la respuesta de la Eurocámara al Libro Verde lanzado por la Comisión para promover una consulta pública sobre la importancia económica y social de este sector.

Nuevas oportunidades

El informe redactado por la eurodiputada destaca que "el desafío de la globalización y el advenimiento de la era digital ofrecen nuevas e importantes oportunidades para el desarrollo de estas industrias y pueden mejorar su potencial de creación de crecimiento y de empleo" de un sector que "aún no ha alcanzado su máximo potencial", en opinión de la ponente. Y esto se debería, agrega, a que "sigue siendo restringido en gran medida por las fronteras nacionales", a pesar de ser una industria en la que las exportaciones desempeñan un importante papel.

Para Sanchez-Schmid, "la Unión Europea puede ayudar a muy distintos niveles, desde en la movilidad de los artistas y las obras de arte hasta en la digitalización y diseminación, pasando por crear el marco regulador necesario para la protección de los de los derechos de propiedad intelectual en el medio digital". De hecho, la Unión Europea ya trabaja por eliminar barreras culturales con programas como MEDIA, de financiación de la industria audiovisual, o el premio LIX de cine del Parlamento Europeo.

En cuanto a los derechos de autor, se trata de un tema sensible, como reconoce la propia Sanchez-Schmid, que no obstante considera que en realidad es muy sencillo: "si todo se ofrece de forma gratuita y los creadores no pueden vivir de sus obras, el sector se muere". También asegura que los propios Estados miembros son partidarios de que exista una regulación a escala europea para proteger los derechos de autor.